Esta semana de vacaciones me ha cundido muchísimo.
Disfruté de las vacías calles a todas horas, y hasta cuando estaban llenas disfruté.
Hubo tiempo para todo, hubo gente de todo tipo, sol y nubes, frio y calor, la primavera estuvo burlona y se rio de quienes llevaban abrigo o mangas cortas.
Vimos el sol salir de un lado y entrar por otro. Hubo jaleo y silencio, cantares, risas y discusiones.
Pero lo que nunca hubo fue prisa por irnos a casa.
Tuve ocasión de conocer a quien no conocía. Y sobre todo, destaca en estos días una persona dentro de mi diario. Mi queridísimo Barbarroja! . No habría sido lo mismo sin ti. Gracias amigo!!!
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