19/11/07

A la deriva




La noche había caído acompañada de la lluvia, el viento frío entraba por la ventana, abierta de par en par enfriando mi rostro, la punta d la nariz estaba casi congelada, pero no me importaba, quería sentir ese momento…

El tiempo corría deprisa y ese era uno d los instantes de soledad, intimidad, bohemios instantes que andaba buscando hacía ya unos días atrás.

Me gusta pensar, liarme un cigarro y prender el incienso para escribir mis realidades.
Hay veces que me rindo, el cuerpo se agota y se deja caer en cualquier rincón de cualquier sitio donde no exista ruido ni movimiento, no más que las hojas de los árboles… momentos de soledad, dulce y amarga soledad, controversia de sentimientos, locura paciente, escándalo secreto que arma revuelos debajo de mis poros, revolución de escalofríos por la espalda hasta mi cuello, corriente de céfiro que mueve mi pelo, que se deja llevar , como lo hace mi cuerpo, como lo hace mi mente… fluye la calma por un segundo en mis entrañas… fluye la sangre despacio por mis arterias, y siento al cerrar los ojos que me ausento del mundo… que soy libre en lo más profundo de mi alma… que todo da vueltas y que ahora estoy volando, tumbada en una nube de terciopelo.

Poco a poco me derrito imaginando caricias y palabras ardientes que salen de mi garganta en forma de suspiros, me estremezco al pensar en el crujir de las secas hojas que se rompen bajo mis pies al pasear por la mirada de un amor remoto y punzante.

Y ahora, vuelvo a estar de pié delante de la ventana, en esta noche tan fría, en esta noche tan sola, en esta noche tan mía… solo quiero dormir y soñar con las melódicas notas que cantan las sirenas borrachas de amores, soñar que estoy ebria y unir mi voz, como una sirena más, que se encuentra a la deriva…